jueves, 30 de octubre de 2014

Las dos mayorías

Las dos mayorías.
Los puntos sobres las íes…

A la vista de todos está el resultado de  las elecciones del domingo pasado en nuestro país.

Escrutado el 99.6% de los votos emitidos, el 47.2% de quienes votaron lo hicieron por la fórmula del Dr. Vázquez, lo que equivale al 42.3% de los habilitados para sufragar (dentro de los cuales se encuentra, por cierto, gente que ya no vive en el país, e incluso personas fallecidas luego de cerrarse el padrón electoral).

Esto le permite casi con total seguridad obtener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y tener chances más que ciertas de que acontezca lo mismo en la Cámara de Senadores una vez se finalice el conteo de los votos observados así como, también, obtener la presidencia del país.

De darse lo anterior, nuevamente el Frente Amplio podrá sancionar casi todas las leyes que le venga en ganas. Así lo establece la Constitución, y por tanto al que no le guste que “vaya a llorar al cuartito”. La institucionalidad así se lo permite y no debe pedirle permiso a nadie para hacerlo. Si tiene los votos, tiene la legitimidad necesaria para que ello acontezca.

¿Pero lo anterior implica que tiene la legitimidad de “creerse que actúa por la mayoría”? No, no la tiene. Hay un 57.7% de los inscriptos en el padrón electoral que no los votaron, y casi un 53% de los que sí votaron que no los eligieron. El Frente Amplio representa a quienes los votaron, pero ellos no son la mayoría.

¿Implica lo anterior que deben abdicar de su Programa para actuar como que no tuviesen mayoría legislativa? Nuevamente, no. Casi seguramente tendrán la mayoría legislativa (aunque no los haya votado la mayoría de los electores), y eso alcanza para sancionar las leyes que no requieren mayorías especiales. Nada más que esto es lo que pide la Constitución, y eso es lo único que se le debe exigir, al menos desde este punto de vista.

Por otra parte, también es cierto que vienen gozando de mayorías parlamentarias desde hace un par de periodos, y no obstante eso, más del 80% de las leyes fueron sancionadas también con votos de otros partidos. Si bien la aplanadora funciona, funciona menos que lo que el imaginario popular siente. Pero… el problema aparece cuando si funciona.

Ha habido leyes importantes que no han contado con el apoyo de la oposición. Como ya expresé, no es grave, ni un menosprecio a quienes no los votaron, y mucho menos un atentado a la institucionalidad. Es simplemente aplicar las reglas del juego previamente aceptadas y por cierto conocidas, que deben ser respetadas tanto cuando nos dejan en mejor posición como cuando nos dejan en una no tan buena.

Pero, nuevamente pero…

…también en base a esas reglas del juego por todos aceptadas han sancionado leyes inconstitucionales, y a sabiendas de su inconstitucionalidad. Hasta hemos escuchado frases del estilo de “la votamos así pero después sacamos otra ley y la arreglamos”. Eso es lo que no se puede aceptar. Y es ahí donde la otra mayoría, la de la gente, la de quienes no los votaron debe imponerse por sobre la mayoría legislativa. Son las mismas reglas de juego que le permiten a aquella mayoría (la legislativa) sancionar las leyes que entienden convenientes, las que permiten a esta otra mayoría (reitero, la de la gente) protegerse de los atropellos a la Constitución. No en vano nuestra Carta Magna establece en su artículo cuarto que “La soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación…”. Es por tanto a nosotros, habitantes de un país regido por un mismo gobierno, es decir LA NACIÓN,  que nos compete el luchar contra lo que en este caso, y tal vez sólo en este caso, pueda entenderse como un uso abusivo e incluso ilegítimo de las mayorías.

Son las mismas reglas de juego de las que vengo hablando las que nos dan los derechos y los instrumentos para la defensa de esas propias reglas. Cualquier ciudadano con un interés directo, personal y legítimo le puede pedir al Poder Judicial en la persona de su jerarca (la Suprema Corte de Justicia) que declare la inaplicabilidad de tales leyes. Debe hacerse.

Pero también puede lograrse el mismo fin, pero ya con carácter general, por medio de los mecanismos de ejercicio directo de la soberanía (o institutos de democracia directa como le llaman algunos). También debe hacerse. Y me estoy refiriendo al recurso de referéndum contra las leyes.

La defensa de la institucionalidad democrática es cosa seria. La Constitución debe defenderse ante todo. Es la defensa de los integrantes de la nación frente a los abusos del poder. Incluso del poder legítimamente instituido. Abuso, que como ya dije, se da en esta hipótesis, y no se daría en el uso de las mayorías legislativas dentro de los marcos constitucionales.

Los integrantes de esta otra mayoría tienen las herramientas para que aquella mayoría no se les imponga violando el pacto social. Y en esta situación no sólo es válido que la otra mayoría se haga oír. Es un imperativo republicano.

Desahogado que fuese, me despido hasta la próxima…


@dannyvile

sábado, 4 de octubre de 2014

Lorenzo ¿se equivoca o miente?

Los puntos sobres las íes…

          Estaba revisando viejas fotos sacadas por mí para decidir cuales digitalizaría y cuales utilizaría para el próximo asado. Entre tantas, encontré una serie en la cual se veían infinidad de grafitis y carteles que supieron lucir en Montevideo.
            Me llamó la atención, en particular, una en que se veía un pasacalle en la Plaza Cagancha con el siguiente texto: “Combata el hambre, mate un mendigo”. Es de hace muchos años, tantos que ya me había olvidado de ella. Pero al volver a verla me hizo reflexionar. “Combata el hambre” es algo con lo cual todos estaremos de acuerdo. Es un fin loable sin discusión alguna, pero… parecería que el camino no es el mejor. Y esto también sin posibilidad de discusión alguna.
            Todo lo anterior se refleja en una máxima que en nuestro país hoy está muy devaluada y que creo todos debemos esforzarnos para redimensionarla y posicionarla nuevamente en el lugar que se merece: El fin no justifica los medios.

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He leído y escuchado más de una vez al ex Ministro expresar que de darse nuevamente situaciones similares, volvería a hacerlo mismo. Y a partir de tal afirmación, empezar con una sarta de justificaciones a favor del cierre de PLUNA, cuando no de sus políticas económicas, en conjunto con una diatriba contra la oposición de usar esto como un tema meramente de campaña.

       Se equivoca Lorenzo al afirmar que volvería a hacer lo mismo y que tienen la conciencia tranquila porque el cierre de PLUNA fue lo más conveniente para el país. El ex Ministro Lorenzo NO FUE PROCESADO POR EL CIERRE DE PLUNA. Basta apenas comenzar a leer el auto de procesamiento, para darse cuenta que el cierre de PLUNA es casi anecdótico. El procesamiento a su persona recae por hechos posteriores al cierre. No lo procesaron por eso. Es procesado por entender la Justicia que existe semiplena prueba de haber actuado extralimitando sus poderes funcionales y por fuera de las previsiones normativas. Y no por cerrar PLUNA. Lo fue por haber intervenido en la concesión del famoso aval perfecto realizando supuestas acciones que el derecho castiga.

        Se equivoca Lorenzo al creer y hacer creer que su procesamiento es el de un mártir castigado por intentar hacer lo mejor para el país. Tal vez lo intentó, y tal vez lo haya intentado con la mejor de las intenciones. Pero no fue procesado por eso. Fue procesado por haber realizado una llamada a otro jerarca para interesarse por algo que no debió interesarse.

        Se equivoca Lorenzo al insistir en su defensa con que ha beneficiado a los más desposeídos. Que con la política económica llevada a cabo por el FA se logró incluir a decenas de miles de personas. Eso no lo discuto, como tampoco discuto que el equipo económico, del cual él fue una de las cabezas, fue muy serio y tuvo muchos éxitos. Pero no fue por eso que fue procesado. Fue procesado por haber influenciado a otro funcionario a actuar en contra de las disposiciones vigentes.

           Se equivoca Lorenzo al contarnos que él está con la conciencia tranquila de no haber cometido ningún delito porque no se llevó un peso al bolsillo. No tengo dudas de que es así. Pero no lo procesaron por eso. Fue procesado por haber tenido un papel fundamental influenciando en la toma de una decisión ilegítima por parte de un Ente Autónomo sobre el cual él no tenía autoridad, y por la cual también terminó procesado otro funcionario.

        Se equivoca Lorenzo cuando con su discurso intenta hacernos creer que la conveniencia del cierre de PLUNA justifica todo lo demás que se hizo. Que el fin último era minimizar las pérdidas del Estado y en aras de ello, hizo todo lo que hizo. No fue procesado por el fin deseado, sino por el camino elegido.

         En definitiva, se equivoca Lorenzo… o miente… 

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Y ya finalizando, reafirmo la vigencia de que el fin no justifica los medios, al menos para mí… y para una Jueza.

Hasta la próxima.

@dannyvile

jueves, 18 de septiembre de 2014

El viaje al país de las pasteras de medianoche


- Luis, nos vamo’pa Finlandia.
- Está seguro, su excelentísima autoridad... mmm... mire que la realización de las premisas del programa exige la precisión y la determinación de las actitudes... ahhh... de los miembros hacia sus deberes ineludibles...
- Si Luis, el pueblo me lo pide, y mientras puédamo, le haremos caso al pueblo.
- Pero mire, su altísima verbigracia, que... ehhhh... de igual manera el nuevo modelo de actividad de la organización facilita... ahhh... la creación de las condiciones de las actividades apropiadas.
- No me jodá, Luis. Sacá los pasajes. Pero ni se te ocurra ir en BQB! El pueblo quiere que vaya, pero el pueblo no es tonto.
- Quiero recordarle, su graciosísima serenidad, que los superiores... mhhh... principios biológicos, condicionan que el desarrollo continuo de distintas... ehhh... formas de actividad obstaculizan la apreciación de la importancia de las formas de acción.
- ¿Me estás tratando de viejo? No sea nabo que va’a cobrá!
- Por el contrario, valiosísimo disertador, no es indispensable... ajummm... argumentar el peso y la significación de estos problemas, ya que... mhhhhh... nuestra actividad de información y de propaganda dificultan la captación de... ehmm... la importancia de la juventud por sobre la edad.
- Dejate dejodé y sacá lo pasaje. El pueblo pide y el pueblo no puede esperar.
- Como Ud. quiera, su santificada representatividad, pero pecaríamos de insinceros si soslayásemos que esta actitud… ehmm… condiciona un relanzamiento específico de todos los sectores... uhmmm... implicados en cumpir deberes específicos en la determinación del sistema de participación general.
- No chamuyé má. Y vo te vení conmigo. Ya de paso aprovechamo y te educá en dicción y en respiración. Eso no lo pide el soberano, pero te lo pido yo... no sea cosa que no llegué a la OEA...
- Como guste, su amplísima virtuosidad. Tiene Ud.razón. No podemos perder... ajammm... de vista que el aumento constante, en cantidad y en extensión, de nuestra actividad garantiza la participación... ejmmm... de un grupo importante en la formación de toda una serie ideológicamente sistematizados en un frente común de actuación regeneradora.
- Ta ta tá. Pará la pavada y cumplí la voluntá mía, que es la del pueblo.
- Si, su maximísima filosofidad, ya estoy sacando los pasajes... pero... mhhh... ¿por qué insiste tanto con que el pueblo se lo pide?.... jjmm... ¿Está Ud. seguro que el viaje a Finlandia es de... umhhh... la voluntad de los contribuyentes?
- Y si, perejil. ¿acaso no me pasan pidiendo que sea más finés?


- Finesse, señor Presidente, finesse – dijo el Canciller, mientras pedía el número de reservas de Malaysia Airlines

jueves, 5 de junio de 2014

Ilusión de juventud

Ilusión de juventud
Los puntos sobres las íes…

We are fantastic, diría un conocido político, viejo para unos y experiente para otros.

Y realmente lo somos.

Debemos de ser de las pocas sociedades en que muchos de sus integrantes pueden llegar a aceptar sin discutirlo que alguien con más de 40 años es joven. Y peor aún, que los jóvenes son inexperientes por el sólo hecho de su juventud.

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Es tal vez esta una muestra más de nuestra “puebleridad”, si se me permite inventar una palabra. Pero una puebleridad ajena a nuestras raíces. En especial, ajena a las autoadjudicadas raíces de quién ha puesto este tema en la palestra. Una y otra vez la fuerza política de este señor se ha arrogado su impronta artiguista, lo cual no me parece mal, salvo por el hecho que intenta hacerlo en exclusiva. Pero tal vez se olvidan que la gesta de nuestro prócer comienza en 1810, cuando el contaba con apenas 46 años. Un bebé de pecho, tal vez. Más que sub-20, estaría en la sub-17!!! 
Ni que decir que las Instrucciones del año XIII, que tanto nos han marcado, y que tanto se sacan a relucir (y no es para menos), lo encuentran abajo de las cinco décadas.

Peor aún, el atrevido de José Pedro Varela osó fallecer a los 34 años, y ahora podría parecer inexplicable como un neonato como él logró las transformaciones en la educación que tan conocidas nos son y que tanto nos han marcado.

Otro caso increíble fue el de Zelmar. Con 23 años fue dirigente bancario (más que recién nacido, podemos decir que todavía estaba en la panza de su mamá!!!). Y a sus púberes 43 llegó a un sillón ministerial.

Miles de ejemplos vernáculos muestran que en realidad no somos tan pacatos ni viejófilos, ni tampoco tan jovenófobos.

Ni valdría la pena nombrar otros importantes prepúberes que han marcado ya no el Uruguay, sino toda nuestra civilización, aunque puede resultar interesante…. Jesus, fallecido a los 33 años; Julio César dominó Hispania a los 30; Newton desarrolla sus estudios sobre la gravedad o las bases de la física clásica a partir de los 24; Einstein publica su relatividad especial a los 26, la general a los 36 y su primer nobel lo obtiene a los 42; Ford funda la Ford Motor Company a los 40; Bill Gates fundó Microsoft a los 20, y Steve Jobs fundó Apple a los 21, y a los 30 la abandonó para lograr otros éxitos (tales como Pixar)…. etc., etc., etc ….. un muy largo etcétera.

            No tengo claro si el otro “joven” candidato (el del otro partido) con sus cincuenta y tantos años fue incluido en la selección sub-20 o no lo fue, pero me trae a la memoria que quién instaló este tema, a sus adolescentes 49 años fue electo para comandar medio país, y según dicen sus seguidores, fue el mejor intendente de la historia…. con cuatro años menos que el sub-20 colorado…en fin…

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            Ya terminando, insisto en que no deja de sorprenderme que alguien pueda afirmar, o pueda siquiera sugerir, que a los cuarenta años (y menos a los cincuenta y pico) uno es presa de una inexperiencia inhabilitante, o que es joven.

Ni una ni otra.

A esa edad ya se está claramente – y en general – en una etapa madura y estabilizada, en donde los éxitos a lograr o bien ya se lograron o están muy cerca de lograrse. A esa altura de la vida se empieza la vuelta. Como dice Alberto Cortéz “a partir de mañana empezaré a vivir la mitad de mi vida; a partir de mañana empezaré a morir la mitad de mi muerte”… y no quiero entrar en afirmaciones baladíes y vacías (en relación a lo que se quiere transmitir) tales como “ser joven no es delito”. Sin duda que eso es cierto, pero tan cierto que como que ser joven político tampoco lo es. Ni aquella generalización es aceptable, ni ésta tampoco.


            ´ta luego

lunes, 26 de mayo de 2014

El voto (in)útil.

El voto (in)útil
Los puntos sobres las íes…

A menos de una semana de las elecciones internas 2014, se avecina el inicio de una nueva etapa. Ya dejaremos atrás la decisión que atañe a cada uno de los partidos en forma privativa, para entrar de lleno a la campaña rumbo a las elecciones nacionales. Éstas si, a diferencia de las internas, harán que midan fuerza los distintos partidos, unos contra otros, y ya no hacia adentro.

            En poco tiempo, ni bien empiecen a perfilarse las encuestas y aparezca algún escapado volveremos a oír, casi sin lugar a dudas, el manido tema del “voto útil”.

            Y justamente ahora, antes que empiecen a leerse encuestas para octubre, es que me viene oportuno escribir sobre este tema. Nadie podrá sostener que lo que expresaré tiene finalidad alguna, pues hasta la fecha, no hay pronósticos serios sobre qué pasará con los posicionamientos a partir del 2 de junio. Casi todos los encuestadores y politólogos han expresado que luego de las internas empieza una nueva carrera, y que la misma no está definida. Que puede haber segunda vuelta o no, y que en caso de haberla, no está definido cuál sería el segundo de los candidatos en participar.

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      Como ya ha sucedido en elecciones anteriores, no faltará quién sostenga que es necesario votar al que viene segundo para poder hacerle frente al que viene primero. Que votar al tercero o al cuarto es tirar un voto, ya que lo que único que eso logra es favorecer al primero, sin posibilidad de cambiar la situación del tercero o del cuarto. En definitiva, votar al segundo es lo único que pueden hacer todos (salvo los partidarios del primero) para darle utilidad a su voto, y que el mismo no sea “tirado a la basura”.

            Craso error.
      
           Quien eso sostenga, tal vez no tenga claro que es lo que se vota en octubre, ya que de tenerlo claro, no podría afirmarlo.

             En octubre se vota algo seguro, y otro algo eventual. 

            Empezando por el final, “el algo eventual” es la pareja de candidatos que competirán en noviembre por la presidencia del país, obviamente, si no hay ningún candidato que obtenga el 50% de los votos más uno en octubre. Es como la definición del Campeonato Uruguayo de fútbol. Tal vez se define a un solo partido, tal vez a más…pero hasta no jugar ese primer partido, no sabemos cómo sigue. Lo que sí sabemos es que el partido, de jugarse, se juega no importa la diferencia de puntos. Basta que ninguno supere la mitad de los votos para que se juegue. La segunda vuelta es, en definitiva, una elección meramente presidencial.

            Por el contrario, la elección del Parlamento no tiene “finales”. Se vota en octubre y no hay posibilidad de cambiar el resultado, o de que otro salga campeón.

          Esta es en definitiva, la importancia de la elección de octubre: elegimos nuestros representantes al Parlamento. Elegimos a quienes votarán las leyes en el próximo periodo. En definitiva, estaremos decidiendo como nos afectará en nuestra vida corriente la actividad político-gubernativa.

            Y es por esto que quienes caen en la falacia del “voto útil” están en realidad haciendo un “voto inútil”.

       Si votamos pensando en mejorar el posicionamiento del “otro” candidato para el ballotage, la realidad es que no le aportamos nada, ya que perfectamente podríamos (eventualmente) votarlo en la segunda vuelta. PERO AL DARLE EL VOTO ANTES DE TIEMPOS ESTAMOS SACRIFICANDO LA CONFORMACIÓN DE UNA BANCADA MAS NUMEROSA PARA EL PARTIDO AL CUAL EFECTIVAMENTE PREFERIMOS.

         En la primera vuelta debemos votar dentro de nuestros partidos y conformar las bancadas legislativas que mejor se adapten a nuestras concepciones políticas. En segunda vuelta, ya con el Parlamento conformado, podremos votar para Presidente a aquel que mejor encuadre con nuestros ideales, y ahora sí, sea de nuestro partido o de otro.

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            Retomando – y reiterando – el principio y dado que todavía no sabemos quién correrá la carrera de noviembre, si es que se corre, termino estas reflexiones con la conciencia tranquila, y sin que nadie me pueda acusar de llevar agua para mi molino, si es que alguien piensa que soy molinero.


‘ta luego.

sábado, 17 de mayo de 2014

Las casi violaciones ¿nos casi embarazan?

Las casi violaciones ¿nos casi embarazan?
Los puntos sobre las íes…

   Estos últimos tiempos han traído una nueva forma de soslayar la Constitución. Ya no son violaciones flagrantes a la misma en actuaciones funcionales normales del cargo, o la sanción de textos legales que contradicen abiertamente los preceptos de aquella.

   Ahora estamos asistiendo a una violación “de cotelé” – como tal vez diría el relator de la voz ronca – sin posibilidad de sanción, salvo el repudio moral o ético de tales actuaciones. Pero el que no sea una violación plena, palmaria, evidente, que salta a la vista de cualquiera, no la hace menos peligrosa. Por el contrario, es la peor de las violaciones a la Constitución que se pueden realizar. Se va realizando de a poco, casi sin darnos cuenta, casi ni se siente, hasta se deja pasar. Al no ser una violación impactante, permite frases como “se está al filo de la Constitución”… frase justificativa como pocas de la mal llamada “picardía criolla”.

   En un estado de derecho no se debe estar al filo. Se debe estar a pleno. Y del lado de la Constitución.

   Tal vez todavía no sepan a qué me refiero, por lo que les daré algunos pequeños ejemplos.
Un esposo amante tiene todo el derecho del mundo de ir a buscar a su amada esposa a la salida de un té con sus amigas. Pero un Presidente no debe pararse a la salida de un acto partidario, rodeado de periodistas, esperando por largos minutos que salga su esposa, a la sazón candidata a la disputada candidatura por la vicepresidencia de la principal fuerza política del país, por el sector del gobierno de mayor votación en las últimas elecciones. Podrá ser un acto de amor, pero se asemeja mucho a un acto político partidario, conducta ésta totalmente prohibida al Presidente por nuestra Constitución.

   Un presidente (efectivo o en ejercicio) tiene todo el derecho del mundo de defender las políticas del gobierno frente al ataque de la oposición. Pero cuando eso se traduce en un ataque meramente electoral, defendiendo sus posturas y candidatos para las elecciones internas, entiendo que se rebasa el límite. Es cierto, se rebasa un poquito. Y como es un poquito, salvo los afectados por sus dichos, nadie más se escandaliza.

   Un Ente Autónomo, perteneciente al grupo de Entes comerciales e industriales del Estado, en tanto está en competencia, puede hacer publicidad comercial. Podremos discutir si se debe regular o limitar, pero no tengo dudas de que la publicidad es parte de la actividad comercial. Ahora, cuando esa publicidad se transforma en propaganda, el tema se torna oscuro. Que un Ente haga una campaña publicitaria de extensa duración, con un slogan muy bien logrado podrá ser discutido en cuanto a su oportunidad o su conveniencia, pero no podrá ser tildado de inconstitucional. Pero si un año menos un día antes de las elecciones ese mismo slogan pasa a ser el slogan de un grupo político liderado por quién presidía ese ente, huele feo.

   Un Servicio Descentralizado, al igual que lo dicho en el párrafo anterior, si está en competencia es dable que haga publicidad. Pero hacernos creer que la construcción de un edificio destinado nadie sabe muy bien a qué, que le saca las castañas del fuego a una Intendencia desfondada, por un costo de varias decenas de millones de dólares, por fuera de sus cometidos específicos y en contra de la opinión del Tribunal de Cuentas (que dicho sea de paso, no analiza la conveniencia de un gasto, sino meramente su legalidad) no suena bien.

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   He resumido apenas algunos hitos de ese andar “al filo”. Existen muchos otros. Tristemente. Debemos rebelarnos contra estas conductas de andar al filo del sartén. El filo del sartén rompe los huevos, y a veces rompe cosas más importantes.

   La Constitución es nuestra defensa contra los avasallamientos del poder. Debemos exigir que se cumpla cabalmente. Que no se camine por su borde, y menos aún que se viole un poquito, o de a poquito. Uno se puede terminar acostumbrando.

   Como dice mi viejo, aunque reconozco que hoy no es “políticamente correcto”: No se es un poquito trolo porque te pongan la puntita. Te pongan la puntita, o te la pongan toda, sos trolo al cien por ciento.

‘ta luego.

viernes, 18 de abril de 2014

Ajustes de cuentas. ¿Qué hacemos con los sicarios?

¿Qué hacemos con los sicarios?
Los puntos sobres las íes…

Abril de 2070 - Montesexto, República Occidental del Arroyo de las Vacas. (De nuestro corresponsal).-

Tal vez nos hayamos acostumbrado a la frase “es un ajuste de cuentas”, pero por suerte el gobierno no lo hizo. Fiel a su costumbre, nuestro líder ha anunciado por su canal de Youtube una nueva iniciativa para combatir este grave problema.

Lo hecho hasta ahora no ha servido para nada. Los contratos de muerte campean en nuestras penillanuras levemente onduladas. Debemos encarar el tema desde una nueva perspectiva” ha dicho.

Y se han puesto manos a la obra.

El proyecto en estudio prevé la prohibición absoluta de los contratos privados de sicariato, con penas nunca antes vista. Concomitantemente, se crea una unidad estatal encargada de tales menesteres. “Con esto lograremos regular el precio de estos encargos, además de garantizar trabajos limpios y sin sufrimientos” dijo nuestro líder. En apoyo al proyecto, Danil Al-Tori, sempiterno vice de algo, agregó que el proyecto debe ser votado sin discusión. “No es admisible que algunos mueran con balas de plata, como las que usa el Gaucho Solitario, mientras que otros sufran balas oxidadas”, dijo, para finalizar con el consabido “balas de plata para todos o para nadie”. Terminada su conferencia de prensa, repartió invitaciones para el lanzamiento de su nuevo movimiento, el Frente Liberador del Sicariato (FLS)

Pero no todo lo que brilla es una pistola. Dentro del oficialismo han surgido diferencias. El Ministro de Defensa quiere que los Sicarios Estatales Anónimos y Libertadores Solidarios (SEALS) salgan de sus filas. “Ahora que se nos terminan los curros en la isla del Caribe, necesitamos ocupación para la tropa. No debemos dejarlas tomando mate a la sombra de los ocalitos recibiendo las cagadas de las cotorras” dijo (NdeR: Se refería a Haití y no a Cuba). El Ministro del Interior se opuso raudamente. “¿Quién más preparado que nuestra gente en esto de pegarle tiros a la población civil? terció, bicho como siempre. Para no ser menos, el titular del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) pidió para su cartera dicha encomiable tarea, afirmando que “es la oportunidad para sacar de la marginalidad a cientos de buenos muchachos que han desviado su camino por culpa del neoliberalismo, del consumismo y de las TV de 42 pulgadas. Ya es hora de avanzar con las políticas inclusivas y antimarginantes. Ya es hora de implementar el homicidio igualitario y antidiscriminatorio. Y redoblo mi apuesta, voy a cambiar el nombre del ministerio a “Ministerio de Sicarios”, y si prestan atención, verán que no necesitaré cambiar la papelería ni la cartelería, así que ni siquiera Al-Tori podrá protestar por el aumento del gasto

La oposición no se quedó atrás. El joven candidato Lavereda (en realidad, a sus casi cien años en el resto del mundo lo tratarían de anciano, pero en nuestro país sigue siendo el líder de menor edad) reflotó su viejo proyecto de autosicariato. El mismo contempla la posibilidad de que cada uno pueda cometer los homicidios en forma personal y no por encargo, con lo cual se evita que nuestra población deba relacionarse con aquellos sectores que conforman el crimen organizado.

Subiendo la apuesta, el grupo de las Juventudes Progrecibas e Inclucionistas (dejaré para otra nota los problemas educativos y de lenguaje existentes en el país) propuso agregar al proyecto la posibilidad de crear clubes de autosicarios. Eso sí, esta actividad estaría altamente reglamentada. Planean que estos grupos tengan entre quince y cuarenta integrantes y que sólo puedan ajustar cuentas con personas con las que algún integrante del club haya tenido problemas. “Que la población se quede tranquila. No permitiremos que se acepten contratos para vengar a terceros ajenos al club”, afirmaron.

Hasta el prelado de Montesexto metió baza. Si bien el proyecto le genera alguna duda, no es totalmente contrario al mismo. Sostuvo que el combate contra los ajustes de cuentas no va bien; hasta que los chicos no aprendan a leer, el quinto mandamiento es letra muerta (me animo a afirmar que además de aprender a leer, deberán aprender a contar). Hasta tanto, continuó, lo planteado puede ser un escenario aceptable. “Algo distinto de lo que se está haciendo hay que hacer” concluyó.

También pudimos recoger la opinión del líder del Movimiento de los Frutos del Bosque, Pedro Borda-Berry. Fiel a sus convicciones, e igual que lo viene diciendo desde hace ya varias décadas, dijo para quien lo quiera oír que “cuando yo gane, derogaré esta ley”.

Su correligionario George Batalla, en su casi sesquicentenario, opinó en forma diametralmente opuesta. En su cuenta de Facebook, que por otra parte debe ser el único que lo sigue usando, hizo una osada defensa a este proyecto. “Como decía Milton, la única manera de bajar la criminalidad es despenalizar las actividades delictivas. Y si no se baja, no sé si tendremos una buena sociedad, pero al menos será más divertida” se pudo leer en su columna casi semanal.

Pero no todo es agua de rosas. Ni bien conocido el proyecto, el Canciller Al-Amargo envío una protesta formal en nombre de su presidente a nuestro gobierno. En la misma, en resumidas cuentas, acusaba a nuestro líder de haberle robado el proyecto a su jefe. Ni corto ni perezoso, nuestro preclaro dirigente con el lenguaje académico que lo caracteriza, raudamente se la mandó a guardar.



Na’que ver. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. El que vea similitudes entre ambas regulaciones seguro que está fumado” fue la respuesta oficial.

sábado, 8 de febrero de 2014

La Educación y la mezquindad política.

La Educación y la mezquindad política.
Los puntos sobre las íes…


En pocos días se tratará en el Parlamento uruguayo distintos proyectos relativos a la educación. Todos ellos propuestos por un mismo candidato, a la sazón hoy integrante de la oposición.

Los mismos tratan de diversos temas, pero todos ellos importantes y aún irresolutos, no sólo por desacuerdo entre oficialismo y oposición, sino que también por desacuerdos dentro del propio oficialismo..

Ya la convocatoria a la sesión fue complicada... pero finalmente se logró.

Los proyectos en cuestión son cuatro:
·         Disminución del poder que tienen los gremios educativos en los organismos de dirección.
·         Creación de un Instituto Universitario de Educación.
·         Regulación de centros de educación públicos con gestión privada.
·         Establecer por ley en 200 los días efectivos de clase.

Entiendo que los tres primeros conllevan ciertas definiciones político-filosóficas que pueden llevar a discutir extensamente dichos temas. Su aprobación, o no, es parte del juego democrático esperable y habitual. Sin perjuicio de ello, la discusión parlamentaria, si se da, será enriquecedora, así como permitirá a los interesados testear las posiciones de nuestros representantes. Podremos ver, en algunos casos, como se conjugan las expresiones públicas de nuestros gobernantes con sus intenciones reales a la hora “de hacer”. Vimos al Presidente derrotado por los gremios educativos,  admitiendo que lo quebraron,  que le ganaron la cuereada. ¿Tan quebrado quedó el gobierno que ni siquiera admite que es hora de revisar el poder que tienen los gremios en los organismos de dirección? ¿No es hora, tal vez, que nos den un mensaje claro de quién debe establecer las políticas educativas en nuestro país? ¿No será hora ya de probar con un sistema distinto al cogobierno  y poder compararlo con el funcionamiento de la UDELAR?... Pero como adelanté, admito que estos temas tienen profundas vinculaciones con las concepciones político-filosóficas de los actores políticos, y es parte del juego democrático que la mayoría trace el rumbo, por más equivocado que lo entendamos.

PERO NO PUEDO AFIRMAR LO MISMO DE UNO DE LOS PROYECTOS QUE SE TRATARÁ.
¿Es que acaso alguien se puede oponer a garantizar un mínimo de días de clase? Esta propuesta de por sí no mejorará la educación, pero tiene dos grandes virtudes.

La primera de ellas es que prácticamente no tiene costo, lo cual no es poca cosa.

La segunda ventaja es permitir dar una base mínima de horas de enseñanza, que sumada a una buena gestión, permitirá que los programas educativos puedan ser finalizados en cada año lectivo. Y no sólo finalizados, sino que ejecutados con el tiempo suficiente para su real aprovechamiento.

 No es poca cosa.

Tengo claro, más que claro, que esto sólo no alcanza, que es apenas un principio. No es necesario que me digan que sólo con “cantidad” no solucionamos el tema. Ya lo sé. Más días de clase no mejorarán nuestro nivel educativo, el compromiso de los educadores, ni el desempeño de nuestros estudiantes, pero menos días de clase lo empeorarán indefectiblemente. Hablando en lenguaje matemático, es una condición necesaria, pero no suficiente. Pero en tanto necesaria, debemos cumplirla para poder avanzar.

Quiero creer que los candidatos harán honor a sus discursos y lograrán que finalmente sus legisladores sigan su línea. Todos los candidatos de todos los Partidos Políticos con representación parlamentaria han coincidido en garantizar un mínimo de días de clase. Incluso varios han coincidido en el mágico número de 200 días. No entiendo, en consecuencia, los adelantos noticiosos de que ninguno de los proyectos será aprobado. ¿Tan difícil es reconocer que a veces “el otro” también puede tener razón? ¿O acaso las propuestas sobre este tema son meras “promesas de barricada” sin intención alguna de cumplirlas?

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Espero que prime la cordura, que se avienten los tiempos electorales y que finalmente nuestros gobernantes piensen en el futuro de nuestro país, que sin duda pasa (junto con otros pocos temas) por la mejora del nivel de enseñanza de nuestro jóvenes.