Conversión de
deudas de U.R. a U.I.
Los puntos sobre las íes….
Nuevamente, y como
sucede en forma periódica, un legislador tuvo la idea de proponer cambiar las
deudas asumidas en una moneda por otra (en este caso, Unidades Reajustables a
Unidades Indexadas). Como argumento, poco original por cierto, expresó que la
UR había tenido variaciones muy por encima que la UI.
Cerca
de un 40% dijo…No escuché de que periodo hablaba, pero por el porcentaje
manejado, se debería estar refiriendo al periodo de gobierno del FA.
Veamos ejemplos numéricos. En primer
lugar, vemos una tabla con los datos del periodo de gobierno de Tabaré Vázquez
y de José Mujica. En el segundo vemos lo que sucedió en la presidencia de Jorge
Batlle.
Ejemplo 1:
Variación
|
|||||||
IPC
|
UR
|
IMS
|
IPC
|
UR
|
IMS
|
||
Mar-05
|
67.33
|
$ 253.93
|
70.04
|
||||
Feb-10
|
94.92
|
$ 434.87
|
126.13
|
40.98%
|
71.26%
|
80.09%
|
|
Mar-10
|
95.82
|
$ 459.84
|
126.50
|
||||
Ago-13
|
124.59
|
$ 653.43
|
181.85
|
30.03%
|
42.10%
|
43.75%
|
Ejemplo 2:
Variación
|
|||||||
IPC
|
UR
|
IMS
|
IPC
|
UR
|
IMS
|
||
Mar-00
|
125.81
|
$ 197.00
|
54.06
|
||||
Feb-05
|
183.52
|
$ 219.65
|
60.44
|
45.87%
|
11.50%
|
11.82%
|
Datos obtenidos de www.ine.gub.uy
De estos dos
ejemplos podemos sacar algunas conclusiones:
- El IPC (base de cálculo de la Unidad Indexada) varía en forma independiente a la UR y
al Índice Medio de Salarios (IMS).
- La UR y el IMS tienen
una correlación directa. Esto no podría sorprender dado que la UR varía, por mandato legal, de
acuerdo a las variaciones del IMS (Ley 13.728 de 17 de diciembre de 1968).
Además
de lo anteriormente expresado, agregaré una premisa más a mi análisis: La enorme mayoría de los ahorristas del
B.H.U (o llegado el caso de la A.N.V). son asalariados, por lo que sus ingresos
varían en relación directa a la U.R. o al I.M.S., y sin relación alguna con el
IPC (y por tanto sin relación alguna con la U.I.).
Con los
datos a la vista, ¿el legislador hubiese hecho esta misma propuesta en el 2005?
Obviamente que no, ya que la situación era totalmente inversa.
Esto
lleva a mi primera crítica a la propuesta. Dado el carácter de los préstamos
para vivienda (seguramente con plazos cercanos a los 25 años), el periodo tomado
en cuenta es apenas de 1/3 del plazo total, por lo que en los otros 2/3 pudo o
podrá suceder todo lo contrario, como sucedió en el lustro inmediatamente
anterior. No se deberían tomar
decisiones sobre asuntos que abarcan dos décadas y media por lo que coyunturalmente
sucede en un periodo particular dentro de las mismas.
Por otra parte, y asumiendo que los
beneficiarios son asalariados, ¿no deberían estar más tranquilos sabiendo que
sus deudas, y por tanto sus cuotas, se ajustan aproximadamente de la misma forma que sus ingresos, y no de acuerdo a un índice que les es ajeno?
Yo lo estaría.
Es la
diferencia entre el calce y el descalce, diría un economista amigo, y no se
refiere a los zapatos. Con la propuesta
realizada por este legislador, y si estuviésemos en la presidencia de Jorge
Batlle, su salario hubiese aumentado aproximadamente un 11.5%, mientras que su
cuota de vivienda lo hubiese hecho en un 46%!!!
La propuesta tuvo algún aditamento
más: pasar las diferencias generadas por el cambio de actualización para el
final, y una vez arribado el plazo, condonarlas (salvo esto último, recuerdan
mucho a los famosos “colgamentos”, de tan triste memoria para los deudores del
BHU). Argumentaba que lo que pretendía era cuidar la salud financiera de la
institución. La realidad es que la “salud financiera” no queda cuidada. En
tanto los deudores pagarían menos, los ingresos del BHU serían menores, y el
desfasaje financiero aparecería en muy corto plazo. Esta propuesta lo que
contempla es otro asunto. Al pasar esos “préstamos no reintegrables” (increíble
invento uruguayo, como las ferias fijas de vendedores ambulantes!) para el
final, y mientras no se condonen, SIGUEN FIGURANDO COMO ACTIVOS EN EL BALANCE
DE LA INSTITUCIÓN. No se mejora la salud financiera de nadie, pero se logra un
precioso maquillaje de los balances del banco, manteniendo como “activos” lo
que debería ser “pérdida” (¿se acuerdan el nacimiento de los fideicomisos en
este país?).
Por último, todas estas soluciones
siempre olvidan algo, o mejor dicho a alguien: olvidan a los pobres ahorristas
que todavía no tienen su vivienda, y que con cada movida de estas ven más
lejana su posibilidad de tenerla. Cuanto menos dinero recupere el BHU (o la
ANV, llegado el caso) menos dinero tendrá para financiar nuevos
emprendimientos. Salvo que, y siempre hay un “salvo que”, el BHU sea asistido
por el gobierno con dineros frescos. Estos dineros provendrían de nuestros
impuestos y al ser destinados a estos menesteres, otros menesteres se dejarán
de hacer. O deberán aumentar la carga impositiva.
Y si esto sucediese, todos nosotros, los contribuyentes
(propietarios, inquilinos, o sin techo, independientes, asalariados o
desocupados), terminaríamos financiando las viviendas de quienes no paguen el
préstamo contraído en las condiciones pactadas.
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