miércoles, 15 de julio de 2015

Si el Pepe hubiera sido francés.

Estas reflexiones fueron originalmente publicadas en "El Telescopio", http://eltelescopio.com.uy/si-el-pepe-hubiera-sido-frances/



Si el Pepe hubiera sido francés…
Los puntos sobres las íes…

Hace dos siglos y poco, y a través de una revolución, los franceses se sacudieron de arriba a la monarquía y establecieron la Primera República. Tal acontecimiento marcó el inicio de la Era Contemporánea. Sus preceptos, junto con los de la Revolución Americana fueron, por cierto, base de las revoluciones independentistas de esta parte del continente, y sus efectos se extienden hasta hoy en día.

Sus causas, variadas y variopintas, fueron de orden económico, social y político. Entre estas últimas encontramos el rechazo al absolutismo monárquico, tal vez ejemplificado en la frase dicha algunas décadas antes que se le atribuye a Luis XIV: “el Estado soy yo”.

Creo que el Pepe se habría revuelto bien como monarca absoluto. Pienso que a esta altura nadie duda que sería feliz pudiendo hacer lo que quisiese, pasando por arriba de cualquier norma o convención. No tendría problemas en hacer primar sus posturas frente a un orden institucional representativo, afirmación ésta que puedo fundar no sólo en la historia pasada, sino incluso en sus propios dichos recientes. Su “como te digo una cosa te digo la otra”, o el pasar por encima de pronunciamientos soberanos, o el hacer primar lo político por sobre lo jurídico son pruebas claras de un subyacente deseo despótico. Su aversión a la burguesía nos lleva a la misma conclusión.

Retomando la trama, otra de las causas del levantamiento popular tiene estrecha relación con el hecho de haber cedido a las presiones de los nobles y el clero en contra del resto de los franceses, privilegiando a dichas corporaciones por sobre la otras. ¿No les recuerda acaso al fracaso de “la madre de todas las reformas”? El Pepe cedió ante el poder de los gremios públicos – tal vez la nueva nobleza uruguaya, ¿cómo podríamos llamar si no a quienes tienen asegurado su lugar, cooptan los cargos o exigen puestos de dirección por el sólo hecho de pertenecer a dicha corporación? – dejando de lado sus intenciones de refundar la función pública. No sólo no la refundó, sino que nos refundió en beneficio de ella. Igual que el Rey casi funde a la burguesía en beneficio de la nobleza y el clero.

     Si el Pepe hubiese sido francés, hubiese sido un buen Rey.

Pero la monarquía llegó a su fin. Contra los abusos del monarca y su séquito se empezó a generar un movimiento de ciudadanos oprimidos y frustrados por tener que soportar la institucionalidad existente. Frente al atropello que entendían que le hacían a los representantes de los franceses comunes – en los Estados Generales (la “Asamblea Legislativa” de aquella época) – el pueblo se solivianta y se suceden las revueltas. En un par de meses las mismas van in crescendo hasta que finalmente el 14 de julio de 1789 aquellas revueltas populares toman La Bastilla. Apenas logran liberar unos pocos  presos, cuatro dicen las crónicas de la época, pero tiene un gran significado simbólico. Es partir de esta toma que se construye el imaginario de la Revolución Francesa.  ¿No suena conocido el hecho de “tomar” algo aunque no tenga ningún valor real o estratégico, sino sólo simbólico, y a partir de allí construir el relato épico? Creo que si…

Si el Pepe hubiese sido francés, hubiese sido un buen revolucionario. 

Derrocado el Rey, se suceden las tensiones entre las distintas facciones revolucionarias. Jacobinos, monárquicos absolutistas o constitucionales, incluso feministas, se peleaban por obtener el dominio político. Poco a poco los jacobinos van tomando el control hasta que ingresamos al Reinado del Terror.

Durante esta época se persigue a los opositores, se los juzga sumariamente e incluso se los ejecuta a la más mínima sospecha o amenaza, apoyados en una alianza con los sans-culottes, quienes siguen al líder de forma ciega. Se los “juzgaba” en la plaza por tribunales constituidos en el momento, y seguramente, con la sentencia ya conocida de antes. No usaban pentotal, cierto, pero afilaban las guillotinas.

Si el Pepe hubiese sido francés, hubiese sido un buen jacobino. 

Las tendencias intermedias triunfan y ejecutado que fue Robespierre, se plebiscita una nueva Constitución (laConstitución del Año III) por medio de la cual se instaura un Poder Ejecutivo colegiado (el Directorio) y un poder legislativo bicameral. Contra esta nueva Constitución se alzan los jacobinos (la izquierda) en alianza con los monárquicos (la derecha, “gorila” diríamos ahora), generándose nuevas revueltas armadas. Estas revueltas fueron desestabilizando a la República y no terminan bien.

Si el Pepe hubiese sido francés, hubiese sido un buen contrarrevolucionario. 

El final ya lo sabemos. Las revueltas fueron reprimidas por el ejército, derivando finalmente en un golpe de estado. Napoleón Bonaparte es nombrado Cónsul y se vota una nueva constitución autoritaria (la Constitución del Año VIII), con el supuesto fin de no permitir la restauración del vetusto régimen anterior a la Revolución. Napoleón conquista casi todo el continente, intenta extender su sistema y su cultura por todo el orbe para finalmente caer derrotado y terminar sus días en una chacr… perdón, en una isla.

Si el Pepe hubiese sido francés, tal vez estos hubiesen sido sus sueños. 
Pero el Pepe no es francés, es uruguayo. 

Hasta la próxima, si es que hay…


@dannyvile

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