La
Ausencia del Presidente.
Los puntos sobre las
íes…
Van más de seis meses y que poco se le ha visto, y menos
aún escuchado. Llama la atención.
En su primera presidencia estableció
una forma de actuar que se convirtió en su firma. Dejar hablar, dejar que las
rencillas se den, que casi llegue la sangre al río, para finalmente, y desde el
Olimpo, bajar la línea y dar por resuelto los temas haciendo primar su parecer.
Se podría haber estado de acuerdo o no, pero era una forma clara de permitir
que todos se sintiesen protagonistas para finalmente hacer lo que el entendía
se debía hacer. Marcaba su autoridad y todos obedecían. En medio de decenas de
batallas el hombre se iba de pesca un jueves y cuando volvía el lunes informaba
de su opinión revelada y alineaba a todo el mundo. Y se terminaba la discusión.
Recuerdo un solo tema que se le escapó por un rato (el aborto), pero finalmente
terminó vetando parcialmente la ley, y todo el mundo chitón.
Hoy el presidente sigue en el Olimpo, pero parece que se
le cortaron las comunicaciones. Ni siquiera nos enteramos de sus expediciones
de pesca… ¿o será que ya ni siquiera pesca?
En estos meses que van desde marzo hasta la fecha ha
habido verdes, pero ha habido muchas maduras, y no se le escuchó salvo un par de veces. Y tuvo que meter una marcha
atrás que por poco rompe la caja de cambios (léase Antel Arena o Decreto de
Esencialidad de la educación).
Y tal vez la prueba más reciente es
la media sanción del Presupuesto. No logró mantener la mayoría y se mantuvo
callado frente a la no aprobación de algunos artículos. Cierto que no eran
fundamentales,… pero el quiebre se dio y nada se escuchó del Presidente.
Tampoco nada se escuchó de él cuando le bajaron a la
mitad los recursos del Plan de Cuidados, su buque insignia, el cual por cierto
estuvo a punto de naufragar antes de zarpar. Y fue la mano salvadora del MPP
quién (luego de amagar bombardearlo) le devolvió la mitad de la dignidad.
Menos aún lo hemos escuchado referirse a lo que está
saliendo a la luz de ANCAP. Tengo dudas, al menos por ahora, de la existencia
de delitos, pero no me cabe ninguna en cuanto a lo inadecuado de las conductas
que se están conociendo. Si bien es cierto que son del periodo pasado, cuando él
estaba disfrutando de su PPS, no menos cierto es que uno de los principales
voceros del gobierno – que incluso es integrante de otro poder del Estado y no
del Poder Ejecutivo – es quien apunta como uno de los mayores responsables de
esas conductas inconvenientes.
Es cierto que a nadie le gusta salir a hablar de las
cosas malas, pero también es cierto que tampoco lo hemos escuchado hablar de lo
no malo. A simple modo de ejemplo, acá va una lista con alguno de los temas en
que el presidente podría sacar pecho:
·
Seguimos siendo una isla de estabilidad en la
región.
- Seguimos con una de las economías más equilibradas de la región.
- Seguimos con grado inversor y colocando deuda a tasas que envidian nuestros vecinos, y algunos que no lo son.
- Seguimos con una inflación de un dígito.
- Nuestra economía no ha entrado en recesión, a pesar de nuestros vecinos.
- Los medios todavía dicen lo que se les antoja sin miedo a que los clausuren o los desmiembren.
Muchos temas pueden
haber quedado fuera de la lista (de los verdes y de los maduros), pero lo que
es claro es que el silencio del Presidente llama la atención.
Yo
quiero un presidente, y no un prescindente. Alguien que, dentro del marco de la
Constitución y las leyes, mande. No quiero un poder disgregado, o siendo más
preciso, un poder más disgregado que la natural separación de poderes. No
quiero un gobierno en el que no se sepa quién es el que en última instancia
corta el bacalao.
En
definitiva, no quiero un gobierno, y menos aún un Estado, en permanente estado
de asamblea. Las épocas que se nos avecinan no serán sencillas. Necesitamos,
todos, un Presidente presente, que marque el ritmo, que marque el rumbo, y que
los ciudadanos de a pie sepamos por donde rumbea el barco.
Podré o no estar de
acuerdo con el rumbo que trace, pero es mejor el desacuerdo en el camino que la
ignorancia por el destino.
Desahogado que fui, les digo hasta la
próxima… si es que hay.
@dannyvile