Ducha de clases.
Durante años la ducha no fue para mí más que un campo de
entrenamiento – por no decir un campo de batalla – de mi afición al canto. Eran
mis cinco minutos de fama, desentonando cualquier canción que a Uds. se les
pudiese ocurrir.
Pero
últimamente esto ha cambiado (y mi familia está sumamente agradecida).
He
logrado captar, luego de una profunda y aseada reflexión, que es un tema más
que importante, tan importante que logra opacar al Corredor Garzón, o a la
lucha contra o sumisión a A.D.E.O.M.
Siempre
pensé que la plebe era mucho más limpia que la monarquía. No en vano los
perfumes fueron un invento de la noblesse
française y no de los paysans.
Pero
no. Inocente de mí. A la luz de la campaña por la intendencia de Montevideo me
he dado cuenta que la ducha es a la revolución como la nariz roja es a los
borachPAYASOS.
*************** O ***************
En
fin, tanta reflexión ducheril me ha llevado a escribir el boceto de un
manifiesto que espero ayude a cambiar al mundo. Son ideas libertarias y
limpiadoras que intentan crear la bases de una revolución que le de un marco
teórico a la ducha de clases. Que los dueños poderosos no puedan seguir
adueñándose de la ducha ajena. En definitiva, que haya agua caliente para
todos, o para ninguno.
He
aquí algunas de las ideas que vengo manejando para poder liberar a los pueblos
ensuciados:
ü La peor ducha es la que no se hace.
ü El baño es el opio de los pueblos.
ü Los seres humanos hacen su propia ducha,
aunque bajo mugres influidas por el pasado.
ü La ducha siempre ha existido, pero no
siempre en una forma razonable.
ü No es la ducha del hombre la que
determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su ducha.
ü Los desposeídos tienen una ducha que
ganar.
ü El progreso social puede ser medido por el
aseo del sexo femenino.
ü El obrero, obligado a limpiarse a
trozos, es una mercancía como otra cualquiera, sujeta, por tanto, a todos los
cambios y modalidades de la ducha, a todas las fluctuaciones del agua caliente.
ü El duchismo no priva al hombre de la
libertad de ducharse después de su trabajo, lo único de lo que lo priva es de
la libertad de duchar a otros por medio de tales apropiaciones.
ü Nadie combate la ducha; a lo sumo
combate la ducha de los demás. La ducha ha existido siempre, pero unas veces
como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.
Estas
ideas, debo reconocer, no surgieron sólo de mis elucubraciones duchísticas,
sino que están influidas por la gesta heroica del Protector de los Baños Libres.
Quién podrá olvidar sus frases libertarias que tanto hacen a nuestra ducha:
ü Mi limpieza emana de vosotros y ella
cesa ante vuestra ducha soberana.
ü Nadie podrá ducharnos, sino nosotros
mismos.
ü La ducha de los pueblos no admite la
menor demora.
ü Que los más sucios sean los más
duchados.
ü Con una ducha, no huelo ni temo.
ü Sean los orientales tan limpios como
valientes.
ü Que lo indios en sus pueblos se duchen
por sí.
ü Para mí no hay nada más sagrado que el
baño de los pueblos.
ü Yo no soy vendible, ni quiero más premio
por mi empeño que ver limpia a mi nación.
ü No venderé la rica ducha de los
orientales al vil precio de una bañera.
ü Unidos íntimamente, nos duchamos contra
tiranos que intentan profanar nuestros más sagrados derechos.
ü No existe un pacto expreso que deposite
en otro pueblo de la federación la administración de la ducha.
*************** O ***************
Prometo
seguir trabajando sobre estas ideas, ideas que estoy seguro que en poco tiempo lograrán dividir al mundo. Estarán ellos, y estaremos nosotros. Una nueva época
está por nacer. Esponja en mano, vayamos a la ducha.
Limpios
del mundo uníos. Sepan que toda la historia de la suciedad humana, hasta la
actualidad, es una historia de ducha de clases, o más precisamente, de clases
de ducha.
Recuerden
que la ducha es el motor de la historia.
Hasta
la próxima.
@dannyvile